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Vida Saludable y Promoción del Bienestar
Las tecnologías móviles se están convirtiendo en un importante recurso en la prestación de servicios
de salud gracias a su facilidad de uso, enorme difusión y amplia aceptación. Según un informe de 2015 de la
Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), hay más de 7000 millones de suscripciones de telefonía
móvil en todo el mundo, y que más del 70% se encuentra en países con ingresos bajos o medianos. En
muchos lugares, hay más probabilidades de tener acceso a un teléfono móvil que a agua limpia, una cuenta
bancaria o electricidad (UIT, 2015).
Las tecnologías móviles tienen el potencial de revolucionar la manera en que las poblaciones
se relacionan con los servicios de salud. Se ha demostrado la utilidad de las tecnologías móviles en la
salud (denominadas “eSalud”); para potenciar el acceso a la información, a los servicios y a la mejora de
competencias sanitarias de los recursos humanos. En los últimos años, el campo de la salud móvil se ha
convertido en un subsegmento de la eSalud, que tiene que ver con el uso de tecnologías de la información
y la comunicación, tales como ordenadores, teléfonos móviles, GPS, monitores de pacientes, etc., para los
servicios de salud e información (Montiel et al., 2020).
Una proporción cada vez mayor de la población tiene acceso a información y servicios sanitarios a
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través de los teléfonos móviles, para los que se ha desarrollado una inmensa variedad de soluciones, desde
SMS a complejas aplicaciones para teléfonos inteligente, que permiten mejorar el acceso, los conocimientos
y los comportamientos en materia de salud en diferentes contextos y grupos destinatarios.
La sociedad actual se caracteriza por estar constantemente conectada a internet y los dispositivos
móviles como los smartphones son, en gran medida, partícipes de ello. Según la OMS, los desarrollos digitales
destinados a la salud incluyen principalmente aplicaciones (apps) destinadas directa o indirectamente a
mantener o mejorar los comportamientos sanos, la calidad de vida y el bienestar de las personas (Alonso &
Mirón, 2021).
El mercado de las Apps está en plena expansión y la brecha tecnología que existe poco a poco va
disminuyendo ya que cada vez más adultos mayores hacen uso de las aplicaciones móviles, en su gran mayoría
para mejorar su día a día (González & Fanjul, 2018). Son imprescindibles las herramientas que contribuyan
a cerrar la brecha digital por lo que la creación de una aplicación digital para fomentar el envejecimiento
saludable y aumentar la calidad de vida en la vejez permitirá empoderar a las personas mayores para el
autocuidado, la promoción de su autonomía y su participación efectiva en las decisiones que atañen a su
propio proyecto de vida y a sus cuidados.