Page 179 - Un Enfoque Multidisciplinario en Ciencia y Sociedad
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Deben estar contemplados efectivamente en los diseños curriculares de las facultades de
         administración y contar en los procesos directos de los estudiantes con las características
         específicas de cada grupo, para lo cual conviene un diagnóstico inicial de competencias.

         Debe saberse de dónde se parte y hacia dónde se debe llegar, para conseguir el máximo

         aprovechamiento de las potencialidades de los estudiantes que comienzan (2005).

            Haciendo énfasis en que la Universidades en el planteamiento de su sistema educativo

         genere espacios para el desarrollo de las competencias de los estudiantes y que el enfoque
         de la maya curricular este orientado hacia el logro profesional en el ámbito laboral.


            Según Ospina (2003), docente de economía en la Universidad Católica Popular de Risaralda,
         en  su  artículo  “Los  retos  del  nuevo  milenio:  Educar  en  las  competencias  para  el  contexto

         de la mundialización” representa el hecho de adquirir una habilidad como un proceso tanto

         interno como externo, afirmando que “La competencia se materializa en la dialéctica sociedad-
         individuo en un contexto de experiencias, roles, intercambios; situaciones diversas y complejas,
         fruto de la sociedad que impone sus reglas al lenguaje”. Dejando en claro que para desarrollar,

         fortalecer y aplicar una competencia se debe primero estudiar el ser y colocar en práctica todo

         aquello que nos permita concretar en nuestro perfil personal y profesional una competencia
         digna y compacta con el fin de generar un experto integral en su área de conocimientos.


            Crissien y Rodríguez (2014) identificaron seis competencias clave para contadores públicos:
         intelectuales (análisis, toma de decisiones), personales (ética, adaptabilidad), organizacionales

         (gestión de tiempo, trabajo en equipo), tecnológicas (manejo de software), empresariales
         (emprendimiento, gestión de riesgos) e interpersonales (comunicación, negociación), destacando

         que su desarrollo integral es esencial para el ejercicio profesional moderno.


            Valero Zapata (2013) analiza el concepto de competencias profesionales desde diversas
         perspectivas, tomando como referencia los estándares establecidos por organismos
         internacionales (CEPAL, UNCTAD, proyecto Tuning) y la normatividad colombiana (ECAES y

         Saber Pro). Los resultados destacan que el perfil ideal del contador público integra capacidades

         técnicas y éticas con competencias transversales como adaptabilidad al cambio, pensamiento
         crítico y conciencia social, respondiendo así a las exigencias del mercado laboral contemporáneo.
         No obstante, el estudio revela una brecha significativa entre estos estándares ideales y la

         realidad educativa, señalando que las deficiencias del sistema formativo actual limitan el pleno

         desarrollo de estas competencias en los estudiantes.

            Gómez  Méndez  y Janampa  Acuña  (2020),  en  su  artículo  "El Contador Público frente a

         la cuarta revolución industrial", investigaron la capacidad de adaptación de los contadores
         públicos peruanos a la economía digitalizada. A través de un análisis documental comparativo

         realizado en Ayacucho (Perú), los autores determinaron que la Cuarta Revolución Industrial

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