Page 131 - Estrategias y Responsabilidad en un Mundo Interconectado
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isla de Utopía. Todos los habitantes de allí tenían acceso a medios de subsistencia adecuados
proporcionados en especie, junto con el trabajo obligatorio (Basic Income Earth Network,
2021). Esta definición es remotamente parecida a un IBU.
Thomas Paine, uno de los padres fundadores de los Estados Unidos, propuso su “renta
del suelo” en 1797; que “se asemeja a una subvención de capital categórica (por ejemplo, una
asignación de fondos por única vez a un grupo específico de personas) orientada a evitar que
la pobreza se transmita de una generación a otra”, como lo cita Francese y Prady (2018, pág.
38).
En 1848 se propuso por primera vez de forma inequívoca una renta básica incondicional
a nivel de todo un país. Joseph Charlier (1816-1896) publicó en 1848 en Bruselas un breve libro
titulado Solution du problème social ou constitution humanitaire (Solución del problema social
o constitución humanitaria en francés), en que consideraba que la igualdad de derechos a la
propiedad de la tierra era el fundamento de un derecho incondicional a unos ingresos. Bajo
las denominaciones de “mínimo” o “renta garantizada” y, más tarde, “dividendo territorial”,
propuso dar a cada ciudadano un derecho incondicional a un pago trimestral (más tarde,
mensual) de una cantidad fijada anualmente por un consejo nacional representativo, sobre
la base del valor de alquiler de todos los bienes inmuebles. El nivel de este dividendo era tal
que “el Estado asegurará el pan a todos, pero las trufas a nadie”, acorde a sus palabras (Basic
Income Earth Network, 2021).
Arthur (2016) señala que cerca del fin de la Primera Guerra Mundial, en 1918, el
reformista social Dennis Milner comenzó a promover su plan de primas estatales. Junto con
su esposa Mabel y su colega Bertram Pickard, Milner sostenía que el gobierno británico debía
proporcionar a cada individuo una “Bonificación del Estado” (conocido en inglés como State
bonus scheme), que era una asignación semanal incondicional. El subsidio sería universal e
incondicional, y se pagaría a todos los súbditos británicos que vivieran en Gran Bretaña de
forma permanente y las madres recibirían los pagos en nombre de los hijos. No habría ninguna
prueba de trabajo, ya que argumentaban que empujar a la gente a trabajar amenazándola
con la inanición sólo conducía a trabajadores ineficientes. Sostenían que la prima debía
financiarse con las contribuciones de los sueldos, salarios y otros ingresos, ya que la intención
no era redistribuir el dinero entre las clases, sino proporcionar a los individuos una seguridad
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