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Vida Saludable y Promoción del Bienestar
Los programas televisivos poco a poco van siendo más incluyentes y están rompiendo con los
paradigmas de que es ser un niño o una niña y con los roles que éstos deben de desempeñar.
Los fabricantes de juguetes deberían de dejar de etiquetar los juguetes para “niña” y los juguetes para
“niño” (tal y cómo es el caso del huevo kínder), así como hacer exactamente la misma versión de un juguete
y cambiarle el color a rosa para distinguir que es de niña y a azul para que sea de niño.
No es responsabilidad del gobierno o de una institución. Es una responsabilidad social e
individualmente se debe ser consciente de la ideología que se posee y si son ideas aprendidas o realmente se
creen.
Estudiar y analizar el comportamiento de los niños ha sido difícil de manera virtual ya que su estudio
es más preciso mediante la observación de sus conductas, preferencias, tendencias y sobre todo el lenguaje
no verbal, se sugiere que se realice una segunda investigación de modo que los niños puedan ser analizados
con mayor exactitud a través de experimentos, pruebas psicológicas y didácticas para comprobar que la
publicidad sexista en los productos infantiles, interfiere en el sano desarrollo de los niños.
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El lenguaje sexista en la publicidad infantil influye en la construcción de la identidad de los niños y
modifica su comportamiento. Se reconoce que la publicidad de juguetes y los programas infantiles delimitan
y definen las actividades que deben desempeñar los niños y las que deben realizar las niñas, esto se da a través
de publicidad digital o publicidad impresa, e interfieren en la toma de decisiones de los infantes a la hora
de elegir un juguete, prenda de ropa o desempeñar alguna actividad que no le corresponde a su género. Los
colores que la publicidad elige juegan un papel importante ya que si un juguete es azul, rojo o negro quiere
decir que es para niños y si otro es rosa, morado y blanco es para niñas, sin embargo, hay que recalcar que la
publicidad no es la única responsable de éste fenómeno, sino que la ideología que se presenta en el núcleo
familiar es parte importante, la publicidad solo fomenta y reproduce patrones socialmente aceptados.
Las imágenes y los mensajes que la publicidad y los programas emiten propician ideas que modifican la
percepción de los infantes acerca del mundo y los hace adoptar ciertos roles y estereotipos según el género,
relacionados asimismo con la sociedad y cultura de cada época (del Rosario & Vargas, 2018).
Uno de los objetivos específicos de la investigación es detectar los roles sexistas que se propagan en la
publicidad, para este objetivo se utilizó la hipótesis de relación de producción, la cual dice que la publicidad
atribuye acciones a las mujeres y a los hombres para producir una identificación en los espectadores, lo
