Page 282 - Un Enfoque Multidisciplinario en Ciencia y Sociedad
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forma de carbono orgánico. Estrategias como la reforestación y la forestación, respaldadas
           por evidencia científica, son fundamentales en estos programas. La plantación de árboles en
           áreas deforestadas o degradadas ha demostrado ser efectiva para reducir el CO2 atmosférico

           y almacenar carbono. El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) destaca

           en su informe de 2019 que la reforestación puede aportar significativamente a la captura de
           carbono, ayudando en la mitigación del cambio climático y la conservación de la biodiversidad.
           Estos programas, respaldados por la ciencia, juegan un papel crucial al reducir las emisiones

           y contribuir al almacenamiento seguro de carbono.

           Biodiversidad y los bosques tropicales


              La  biodiversidad  y  los  bosques  tropicales  están  estrechamente  relacionados,  ya  que

           los bosques tropicales albergan una gran diversidad de especies y desempeñan un papel

           fundamental en la conservación de la biodiversidad a nivel global. La biodiversidad se refiere a
           la variedad de vida en todas sus formas, incluyendo plantas, animales, microorganismos y los
           ecosistemas en los que habitan.


              Los bosques tropicales son reconocidos como uno de los ecosistemas más diversos del

           planeta, albergando una amplia gama de especies vegetales y animales. Según estudios
           científicos, se estima que los bosques tropicales albergan aproximadamente la mitad de todas

           las especies terrestres, a pesar de cubrir solo alrededor del 7% de la superficie terrestre
           (Mittermeier et al., 2011).


              En México, la región sur de la Península de Yucatán está considerada como una de las
           mayores áreas de selva; destacan las existentes en la región de Calakmul, por su diversidad,

           extensión y estado de conservación (Martínez y Galindo, 2002). Estas han estado expuestas,

           desde los mayas hasta los nuevos pobladores que llegaron a finales de la década de los sesenta,
           a diversas actividades humanas entre ellas sobresalen las agropecuarias y la extracción de
           madera (Aryal et al., 2014; García-Licona et al., 2014). Lo anterior ha generado un mosaico

           heterogéneo de vegetación en diferentes estadios sucesionales, desde selvas maduras hasta

           etapas tempranas de la sucesión; lo que permite que mantengan alta diversidad florística
           (Martínez y Galindo, 2002; Vester et al., 2007), y que presenten áreas con diferentes potenciales
           como reservorios de carbono (selvas maduras) o tasas altas de captura de carbono (etapas

           sucesionales tempranas e intermedias) (Aryal et al., 2014; Aryal et al., 2017).


              Las selvas de Calakmul albergan 23 asociaciones vegetales con más de 1 500 especies
           (Martínez y Galindo, 2002). Mientras que en el caso del almacenamiento de carbono se citan

           hasta 99.56 Mg C ha-1 para selvas maduras, 40.89 - 55.52 Mg C ha-1 para las secundarias
           de 20 a 35 años, y 11.72 - 28.92 Mg C ha-1 para vegetación secundaria de entre 4 y 10 años.




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