Page 277 - Un Enfoque Multidisciplinario en Ciencia y Sociedad
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Es fundamental tener en cuenta a los costos ambientales al tomar decisiones empresariales
y políticas. Al considerar estos costos, se puede tomar medidas para minimizar los impactos
negativos en el medio ambiente y promover prácticas más sostenibles y responsables.
Se espera continuar con este acercamiento a estas literaturas y para futuras investigaciones
integrar otras bases de datos cómo son Researchgate, Scielo, Scopus. De la misma manera
complementar con otro tipo de empresas como las industrias productoras de bolsas.
La evaluación exhaustiva de los costos ambientales asociados a la implementación de
los ODS en América Latina adquiere una importancia fundamental. Ya que este enfoque nos
permite comprender plenamente el verdadero impacto de nuestras acciones en el entorno
natural y así impulsar un desarrollo genuinamente sostenible en la región. Al considerar los
costos ambientales, podemos tomar decisiones informadas y responsables que garanticen un
futuro mejor para las generaciones venideras.
Es fundamental que los costos ambientales sean debidamente integrados en los análisis
de costo-beneficio de los proyectos y políticas económicas. De esta manera, se asegura que
las decisiones económicas se tomen de manera sostenible y responsable, teniendo en cuenta
el impacto ambiental. Al incluir los costos ambientales en los análisis de costo-beneficio, se
proporciona una visión más completa de los beneficios y las repercusiones de las acciones y
se fomenta la adopción de medidas que reduzcan los impactos negativos en el entorno natural.
Incorporar los costos ambientales en el análisis económico no solo es una necesidad ética,
sino una estrategia clave para garantizar la viabilidad a largo plazo de cualquier modelo de
desarrollo. Al internalizar estos costos, las decisiones económicas trascienden el cortoplacismo
y se alinean con principios de sostenibilidad, generando un impacto positivo tanto en la
competitividad como en la preservación de los ecosistemas. Esta integración sistemática —
aplicada en políticas públicas, inversiones privadas y hábitos sociales— redefine el progreso,
exigiendo que toda forma de crecimiento económico sea, inexorablemente, sostenible. El
resultado es un futuro donde desarrollo y conservación no son fuerzas opuestas, sino pilares
interdependientes de una misma visión: prosperidad sin sacrificio ambiental.
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