Page 44 - El Contexto de Emprendimiento, Economía, Responsabilidad Social, Innovación y Competitividad desde la Perspectiva Organizacional
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Desde la perspectiva del desarrollo sostenible y sus tres dimensiones, económica, ambiental y social, las
características fundamentales de cómo se define el concepto deben incluir, por un lado, un punto de partida
en los sistemas de producción y consumo que maximice el servicio producido desde el flujo de rendimiento
lineal de naturaleza-sociedad-naturaleza y energía natural (Korhonen et al., 2018, como se citó en Arroyo,
2018).
Korhonen et al. (2018, como se citó en Arroyo, 2018) expresa que el objetivo ambiental de la EC es El
objetivo ambiental de EC es reducir el material virgen del sistema de producción-consumo, los insumos
de energía, desechos, las emisiones (rendimiento físico) mediante la aplicación de ciclos de materiales y
cascadas de energía basadas en energías renovables. Mientras que el económico se basa en la reducción de
los costes de materias primas, gestión de residuos, riesgos de legislación e imagen pública, además de la
innovación de diseños. Y por último nos encontramos con la economía colaborativa, que se puede traducir
como el objetivo principal de la tercera dimensión: la social.
Factores instrumentales de la EC
Si bien, la mejor opción en estos tiempos tanto de competitividad, como de consumo, es la economía cir-
cular, la transición a una economía regenerativa es un proceso complejo que primero requiere cambios
fundamentales en el sistema. A continuación, se presentan los factores instrumentales técnicos, económicos
y sociales más importantes en esta transición.
Modelos innovadores de negocios
Sistemas productos-servicios. Consiste en una mezcla de productos tangibles y servicios intangibles, dise-
ñados y combinados de manera que, sean capaces de satisfacer las necesidades finales del consumidor. Este
concepto se apoya en dos pilares:
1. Se toma la funcionalidad que el usuario quiera alcanzar como punto de partida para el desarrollo
del negocio.
2. Se elabora el sistema de negocio que proporciona tal funcionalidad con una mentalidad de «terre-
no no urbanizado», en lugar de tomar como dadas e inamovibles las estructuras y rutinas existen-
tes y la posición de la propia empresa (Tukker y Tischner, 2006).
Segunda vida de materiales y productos. Funciona cuando una compañía puede recuperar y re-acondicionar,
de manera eficiente, sus productos después de su uso (Cerdá y Khalilova, 2016).
Transformación de producto. Los materiales tienen generalmente un componente incrustado de energía que
los hace más valiosos que sus fuentes vírgenes. Con el diseño adecuado y capacidades de reelaboración,
pueden ser puestos juntos para formar nuevos productos (Cerdá y Khalilova, 2016).
Reciclaje 2.0. La innovación en tecnología de reciclaje evoluciona rápidamente y hace posible la producción
de bienes de alta calidad con resultados fantásticos en cuanto a sostenibilidad (Cerdá y Khalilova, 2016).
Consumo colaborativo. El consumo colaborativo (o economía colaborativa) se define como una interacción
entre dos o más personas, a través de medios digitalizados o no, que satisface una necesidad real o potencial
de alguna (o algunas) de ellas.
Bostman y Rogers (2010, como se citó en Cerdá y Khalilova, 2016) mencionan que en el consumo colabo-
rativo distinguen tres sistemas:
1. Mercados de redistribución, cuando se toma un artículo usado que tenía dueño y se pasa de un
lugar en el que no es necesario a otro lugar o a otra persona donde si lo es, pero sin que se tenga
que poseer el producto.
2. Estilo de vida colaborativo: intercambio de recursos como dinero, habilidad y tiempo.
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