Page 56 - El Contexto de Emprendimiento, Economía, Responsabilidad Social, Innovación y Competitividad desde la Perspectiva Organizacional
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• Calidad del Producto.
En definitiva, muchas organizaciones grandes y pequeñas han llegado a la conclusión de que la
efectividad de la dirección de la calidad puede reforzar su competitividad y proporcionar venta-
jas competitivas en el mercado (Anderson et al. 1994).
En la actualidad, los clientes demandan productos de calidad, y dado que existe una gran oferta,
podrán elegir aquellos productos que más les satisfagan. Los fabricantes, ante la escasez de su
demanda particular, buscan diferenciar sus productos de los de la competencia.
• Caducidad del producto.
Para García-Murillo (2020) es el periodo que se vive actualmente orientado a verificar el ciclo
de vida de los productos debido a que están inmersos dentro de la Era del Covid-19. De acuer-
do con Ishikawa (1989) todos los departamentos de la empresa tienen que empeñarse en crear
sistemas que faciliten la cooperación y en preparar y poner en práctica fielmente las normas
internas. Esto sólo puede alcanzarse por medio del uso masivo de diversas técnicas tales como
los métodos estadísticos y técnicos, las normas y reglamentos, los métodos computarizados, el
control automático, el control de instalaciones, el control de medidas, la investigación operativa,
la ingeniería industrial y la investigación de mercado.
• Compras proactivas prientadas a la salud.
A medida que el virus se propagaba mundialmente la población se abastecía de productos para
llenar sus despensas, como señala John Tavolieri en un video publicado por San Telmo Business
School. Las compras eran en su mayoría de productos de salud y bienestar en un ámbito de casos
mínimos de Covid-19 (García, 2020). La población no solo realizó compras impulsivas, por lo
que posterior a este tipo de consumismo se generó una escasez de distintos recursos indispen-
sables para la sanitización de las personas y sus hogares, dando como resultado un mayor brote
de contagios en las zonas con la mínima de estos productos, por la falta de higiene con lo que
respecta al virus.
• Optimización en el área financiera.
Con el virus extendido localmente, la gente deja de gastar en productos no esenciales y compra
productos básicos como conservas, arroz, pasta, leche y papel higiénico. Las compras se cen-
tran también en productos de contención del virus como productos de limpieza y desinfección
tras los primeros casos de contagio y muertes en la península (García, 2020). Posterior a una
escasez de productos indispensables para la contención del virus comenzó a haber consciencia
entre la población conllevando al manejo correcto de las finanzas de los ciudadanos, pues estos
comprueban lo indispensable para su alacena y la correcta sanitización de sus hogares. Obte-
niendo como resultado final una disminución de contagios y el acertado manejo de las medidas
de emergencia emitidas por las autoridades para esta pandemia.
• Preparación de la despensa.
Se toma consciencia de la situación (teletrabajo, estado de alarma, restricción de movimiento),
se compran productos no perecederos y de salud en mayor cantidad para almacenamiento dado
que hay un aumento en las transmisiones locales y aumento de muertes en el país (García, 2020).
La población comienza a tomar en cuenta que la pandemia no tomará solo unos días y que exis-
tirá una necesidad de mantener sus despensas completas por mayor tiempo, pues se prolonga
el aislamiento, por ende comienzan a consumir productos con fechas de caducidad lejanas a la
compra, productos que pudiesen llegar a consumir sin que estén en estado de descomposición,
de esta manera se ve también reflejado en el aumento de contagios locales, por la elevación de
tránsito en los mercados aledaños a los hogares de los ciudadanos, pues entre más personas en
un solo local más elevado el porcentaje de trasmisión.
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